Historia, lugares de interés y gastronomía en Almuñécar
De toda la costa andaluza, Almuñécar se ha posicionado como uno de los puntos más atractivos de turismo de toda Granada. El pueblo se sitúa en la llamada Costa Tropical que, por su propio nombre, nos incita a pensar en las características de esta tierra: una amplia vegetación, extensas playas paradisiacas, clima tropical y subtropical y, en definitiva, una combinación única creando un ambiente muy especial en Almuñécar. Se sitúa muy cerca de Málaga, concretamente a unos 20 kilómetros de Nerja, y toda su costa se divide en 26 playas diferentes.

Si estás interesado o interesada en hacer una escapada, debes saber que en Almuñécar encontrarás todo lo que estás buscando. La temperatura no suele descender de los 16 grados en invierno y los visitantes pueden explorar la zona encontrando calas privadas, diferentes ofertas de actividades de ocio relacionadas con el mar y una amplia oferta gastronómica.
Lugares de interés y actividades en la zona
Además de todas las playas y oportunidades de ocio en la zona, Almuñécar cuenta con una historia que se remonta al año 1500 a.C., la llamada Edad de Bronce. A lo largo de su desarrollo, Almuñécar ha sido un municipio enclave codiciado por numerosos colonizadores. Como veremos en el siguiente apartado, la historia de Almuñécar se observa a través de los diversos monumentos de la zona.

El municipio y sus alrededores cuentan con un basto número de lugares y paisajes de los que los turistas pueden disfrutar. Sobre todo para los más enamorados de la naturaleza, Almuñécar cuenta con el famoso Complejo Ecológico Peña Escrita que es un balcón natural que se sitúa a una distancia de 1.100 metros del suelo. Desde el balcón se puede observar Sierra Nevada y la fusión entre el paisaje mediterráneo y el tropical.
Además de todas las actividades de ocio relacionadas con el mar (como el kayak, chárteres marinos o diferentes excursiones), los turistas pueden optar por otro tipo de actividades de aventura al aire libre como el senderismo o el salto en parapente.
Cualquier momento del año es bueno para hacer una escapada en Almuñécar aunque, si tu intención es optimizar al máximo el viaje, es una gran idea visitar el municipio en las fiestas más tradicionales como el carnaval o el popular entierro de la sardina. Podrás conocer Almuñécar vestido de gala, con muchos colores y un gran ambiente festivo.
Torre del Diablo

Es una torre atalaya costera se construyó sobre el año 1766 en la segunda mitad del siglo XVIII para sustitur la Torre de Enmedio, que era medieval. Tiene figura troncocónica y planta circular, de 8.45 metros de diámetro y una altura de 10.50 metros.
Está construida con mampostería de piedras de tamaño mediano, formando hiladas y enlucidas exteriormente. El hueco de acceso al interior de las estancias está orientado al Norte y situado a 7 metros de altura. Las jambas, el arco de medio punto, la bóveda interior y las molduras son de ladrillo.
Monumentos en Almuñécar: una historia milenaria
El desarrollo de Almuñécar desde su época como una colonia felicio-romana de Sexi ha sido largo hasta llegar a nuestros días. Sin embargo, siguen observándose los restos de la ocupación romana en forma de monumentos como el imponente Acueducto, los Columbarios de La Torre del Monje y La Albina, la Factoría de Salazones y la Cueva de Siete Palacios.

Después de esta etapa de su historia, los árabes también estuvieron presentes en este municipio que, de hecho, sigue utilizando el nombre que estos le dieron. Almuñécar proviene de la denominación árabe del municipio como “Al-Munekab” que, traducido al castellano, significa “fortaleza en la colina”. La presencia musulmana en la zona se externaliza también en Almuñécar en forma de monumentos como las torres vigía que jalonan el litoral sexitano o el imponente Castillo de San Miguel que ya ha cumplido más de 800 años desde su construcción.
La última etapa de la historia de Almuñécar se caracteriza por la presencia de los cristianos en la zona, a la par que se ha puesto de manifiesto el importante desarrollo y crecimiento tecnológico en el municipio. Entre los monumentos más conocidos de esta etapa se encuentra la Iglesia de la Encarnación, el Pilar de la Calle Real o el Palacete de La Najarra que data del siglo XIX.
Gastronomía y restaurantes en Almuñécar
La gastronomía presente en Almuñécar está predominada, por la zona territorial donde se encuentra, por la gastronomía mediterránea, pero combinadas con otro tipo de gastronomía heredado a lo largo de la historia de Almuñécar por las diferentes culturas que han pasado por la zona. En muchos locales hay una notable influencia de la gastronomía árabe.

El mar es la principal fuente de recursos del que hecha mano la gastronomía, junto con la agricultura. Esto significa que algunos de los platos más comunes son distintos tipos de pescados, mariscos, pescados de roca, sopas, arroces y mucha verdura. Analizando todos los restaurantes y las costumbres de los habitantes del municipio, podemos señalar como los platos típicos de Almuñécar los siguientes: migas con melón, calabaza con longaniza, zarzuela de pescado y los postres como mousse de chirimoya o tarta de mango.
La oferta gastronómica en Almuñécar es muy amplia, por lo que los turistas tienen la opción de elegir pensando en sus gustos y en su bolsillo. Hay opciones de todos los tipos pero podréis encontrar sin problemas muchos locales con una extraordinaria relación calidad y precio. Algunos de los restaurantes mejor valorados de la zona son Mar de Plata, Los Geráneos, Restaurante Ana María, Tito Yayo, El Chaleco, El Árbol Blanco, Mesón Emiliano, Calabajio, Nuevo Don Olivo o El Cortijillo, entre muchos otros.
En Almuñécar, Cotobro, Marina el este y La Herradura se pueden encontrar maravillosas vistas para hacer fotos y estupendas playas para disfutar del mediterraneo.

Almuñécar: El nombre antiguo del municipio es Sexi nombre de la ciudad como colonia fenicia y que se mantuvo como nombre bajo dominio romano. El actual nombre seguramente procede de Hins-al-Monacar (“Rodeada de Montañas”) que fue el nombre que le dieron los musulmanes al volver a levantarla de sus ruinas en el siglo VIII.
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